Marco Polo, el veneciano universal
El célebre mercader y viajero Marco Polo, que descubrió a los europeos las maravillas de China, nació el 15 de septiembre de 1254 en Venecia.
Hay muy poca información fidedigna sobre Marco Polo, más allá de la que recoge su famoso libro de viajes: aparece en algunos documentos venecianos de la época, pero no en las fuentes asiáticas, lo que ha llevado –junto al hecho de que en el libro no se mencione la Gran Muralla, el té ni la escritura china– a algunos historiadores a poner en duda la veracidad total o parcial de su relato, e incluso que llegara realmente hasta Mongolia y China. Pero sabemos que nació el 15 de septiembre de 1254 en una familia de comerciantes venecianos y que su padre, Niccolò, y su tío, Maffeo, tenían una empresa (fraterna compagnia) con sucursal en Constantinopla.
El viaje por el que pasaría a la Historia partió de Venecia en 1271, cuando Marco contaba diecisiete años. Así, si hemos de creer al propio relator de los hechos –y son mayoría los expertos que lo hacen, al menos en lo esencial–, el joven acompañó a su padre y su tío en una larga embajada comercial que los llevaría por la Ruta de la Seda hasta la corte del emperador mongol Kublai Kan, en Pekín. Diez años antes, los hermanos Polo ya habían efectuado un viaje similar sin el sobrino; pero esta vez el periplo duró más de dos décadas, en las que también visitaron Birmania, Indochina o Ceilán y Marco Polo se convirtió en consejero del mismísimo Gran Kan.
En 1295, los Polo regresaron a Venecia y Marcó fascinó a todos con sus historias de lo vivido en el Lejano Oriente y con la exhibición de las riquezas allí obtenidas. Pero el factor decisivo para la fama del veneciano más universal fue, paradójicamente, su encarcelamiento. En 1298, en el marco de la guerra entre las repúblicas de Génova y Venecia, fue apresado y compartió celda con el escritor toscano Rustichello de Pisa, al cual le dictó para la posteridad el relato de sus viajes. El libro fue inicialmente publicado con el título de Il Milione (El millón), aunque es más conocido como Libro de las maravillas o, sencillamente, Los viajes de Marco Polo. Su éxito fue inmediato y hoy es todo un clásico de la literatura tardomedieval.
El viaje de Marco Polo
La elección del nuevo papa se retrasaba (acabaría siendo la más prolongada de la historia) así que Niccolò y Maffeo iniciaron el viaje de regreso a la corte de Kublai Kan en 1271, pero esta vez acompañados por Marco, que ya tenía diecisiete años. Llegaron a Acre, donde se encontraron de nuevo con Tedaldo Visconti, que quizá estaba allí en relación con la cruzada en la que estaba embarcado el futuro rey Eduardo I de Inglaterra. Tras desviarse a Jerusalén para hacerse con el aceite de la lámpara del Santo Sepulcro, siguieron viaje hasta Layas donde se enteraron de que la elección papal había recaído precisamente en Tedaldo Visconti, que adoptó el nombre de Gregorio X. Regresaron de inmediato a Acre, en una galera facilitada por el rey León III de Armenia Menor, donde Visconti les facilitó nuevas credenciales además de hacer que les acompañaran dos frailes dominicos, aunque estos pronto abandonaron el largo viaje.
Marco pronto se ganó el favor de Kublai Kan, quién le hizo su consejero. Poco después Marco pasó a ser emisario del kan, quien le daría diversos destinos a lo largo de los años. En sus diecisiete años de servicio al Kan, Marco Polo llegó a conocer las vastas regiones de China y los numerosos logros de la civilización china, muchos de los cuales eran más avanzados que los contemporáneos europeos.
Cuando una embajada del rey de Persia le solicita a Kublai Kan una princesa para el rey, los Polo la acompañan, decidiendo regresar a Venecia.
Ruta seguida
Salida de Venecia.
Desembarco en Acre.
Marcha a través del Creciente Fértil hasta llegar a Tabriz.
Llega a la capital imperial en Pekín.
Atraviesa China hasta llegar a Pagán, en Birmania.
Vuelve a Pekín, donde se inicia el viaje de vuelta.
Marcha hacia el sur hasta Yangzhou.
Embarca en Zaitun.
Rodea las costas de China meridional, Indochina, Malaca y Sumatra.
Cruza el golfo de Bengala hasta Ceilán y sigue la costa de la India hasta la península de Kathiawar.
Desembarco final en Ormuz y nuevo regreso a Tabriz.
Cruza el Cáucaso y embarca de nuevo en Trebisonda.
Recala nuevamente en Constantinopla y regresa finalmente a Venecia.