viernes, 21 de junio de 2019

Cuando el Guaraní fue declarado única lengua oficial del Paraguay

Cuando el Guaraní fue declarado única lengua oficial del Paraguay



Un 28 de mayo de 1933, durante la Guerra del Chaco, el comandante del Ejército en Campaña, José Félix Estigarribia, mediante la Orden General Nº 51 “Declara al guaraní como idioma oficial de la Guerra” ordenando que las conversaciones y claves secretas se hagan exclusivamente en la lengua guaraní para mantener la máxima seguridad posible en las comunicaciones durante el desarrollo de las maniobras bélicas.

La citada orden general también disponía que toda infracción a esta disposición sobre el tráfico telefónico, su secreto y las reglas para el uso del teléfono sería severamente sancionada.

La lengua guaraní acompañó a los jefes y soldados, en los motes que utilizaban los soldados para referirse a sus jefes o camaradas. Como ejemplo se citan: Akã guasu (Gral. Estigarribia), Leon Karã (Cnel. Rafael Franco), Jakare Valija (Tte.1º Manuel Irala Fernández), Merõ Ra’ỹi (soldado José Velázquez).

En muchos episodios de la Guerra, el guaraní sirvió para que los paraguayos se identifiquen y se evitaran así inútiles matanzas entre ellos. Como idioma criptográfico, el guaraní ofreció serias dificultades para los bolivianos.

La mayoría de las claves utilizadas para los despachos estaban en guaraní. Así por ejemplo, Aguara’i (patrulla de reconocimiento); Ambere (cañón 75mm); Saijovy (bala perdida); Jagua perõ (recluta), Kuña (proyectil).

El guaraní sirvió también para los momentos de solaz y esparcimiento. También estuvo en las obras teatrales y las canciones de los grupos musicales que animaban a las tropas dándoles ánimo e infundiéndoles valor.

lunes, 6 de mayo de 2019

La Batalla de Las Navas de Tolosa 1212

La Batalla de Las Navas de Tolosa 1212

Las Navas de Tolosa, también llamada en árabe como la «batalla de Al-Uqab», tuvo lugar en Santa Elena, el 16 de julio del año 1212 de nuestra era, y enfrentó al bando cristiano bajo los mandos de Alfonso VIII de castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra contra las tropas del perverso califa musulmán Muhammad An-Nasir cuyo número ascendía al de 120.000 musulmanes almohades frente a los 70.000 cristianos entre los que había castellanos, aragoneses, leoneses, navarros, portugueses, y miembros de órdenes militares y religiosas. La victoria de las Navas de Tolosa supuso un gran empuje en la tarea de reconquista.



La unificación cristiana contra las demoníacas tropas musulmanas

Quedaron atrás las disputas y las batallas territoriales entre los diferentes reinos que conformaban la Península Ibérica con el objetivo de hacer frente a «Miramamolín», como así llamaban los cristianos a Muhammad An-Nasir.
El califa tenía la intención de derruir los cimientos cristianos, cuya obra empezó su malvado padre como así se vio en la victoria musulmana que tuvo lugar en la batalla de Alarcos donde Fernando VIII fue derrotado por la caballería almohade.

Sin menospreciar al enemigo, Fernando VIII pidió audiencia papal tras ver como el enemigo se acercaba amenazador hacia Toledo. Fue el Papa Inocencio quien logró unificar a los reinos cristianos en uno solo (al menos momentáneamente) en lo que llamó «la cruzada contra los musulmanes». Solo faltó a la cita Alfonso IX, rey de León, pero sí acudieron sus caballeros.


La batalla más sangrienta de la Edad Media

Se cree que la batalla de Las Navas de Tolosa fue una de las más sangrientas y con mayor repercusión que ocurrieron durante el medievo. El gran número de participantes en ambos bandos se tradujo en 20.000 bajas musulmanas por 12.000 de los cristianos. Se cuenta en la tradición popular que un pastor guió a los beligerantes cristianos a través del paso de Despeñaperros para pillar desprevenidos a los musulmanes por su retaguardia.

Tras algunas escaramuzas, el ejército cristiano estaba preparado para el ataque en su desplazamiento hacia el sur. Era un día de brillante sol, especialmente caluroso.

Don Diego López de Haro II, que había participado durante la batalla de Alarcos, comandaba la primera línea. Sus hombres, según las crónicas, eran caballeros señoriales y cistercienses, occitanos, voluntarios leoneses o jóvenes caballeros.

Sabedor de las estrategias usadas por el ejército enemigo, se esperó la decisión musulmana, que fue la de batirse en retirada con el fin de simular una derrota pero donde, al otro lado, esperaban los mejores soldados de Muhammad An-Nasir. Pero Don Diego López sabía de la estratagema, y la segunda línea fue avisada.

El haz central medianero de los cristianos estaba ocupado por santiaguistas, hospitalarios, calatravos y templarios, todos ellos caballeros de órdenes militares. Las tropas musulmanas contaban, sobre todo, con bereberes norteafricanos y subsaharianos.



La caballería pesada cristiana, que atacó por ambos flancos, supuso que el avance fuese entonces imparable. Se persiguieron a las tropas musulmanas, que huían despavoridas, desde el atardecer hasta la caída de la noche.

El ataque de las fuerzas cristianas fue avasallador, y el propio Sancho VII de Navarra fue junto a dos centenares de caballeros hacia la posición de Muhammad An-Nasir, en la que se encontraba junto a sus senegaleses, los «im-esebelen», que eran su Guardia Negra personal, la última línea de defensa conocida especialmente por su bravura que fueron derrotados ante el ímpetu de Don Sancho VII y sus caballeros. «Miramolín», que veía como los cristianos se le habían echado encima, huyó cobardemente a galope hasta Baeza, donde hizo una única parada para cambiar de caballo con el fin de llegar hasta Jaén.
Sancho VII liberó a los esclavos encadenados que pensaba sacrificar «Miramolín» luego de la batalla.


El fin de la batalla

Los testimonios recogidos cuentan como Alfonso VIII se paseaba por el campo de batalla, donde la carnicería que había tenido lugar era realmente abrumadora. Tras el enfrentamiento se consagraron como botines de guerra de la victoria: el pendón de Las Navas, conservado en Burgos, en el Monasterio de Las Huelgas – aunque realmente se le atribuye a Fernando III de Castilla tras la conquista del valle de Guadalquivir – entre otros objetos como una bandera o una pica de la guardia personal del Califa.


Los musulmanes que sobrevivieron y no pudieron huir, se hicieron prisioneros y fueron llevados a Aldea del Rey (en la actual Ciudad Real) para construir el Castillo de Calatrava la Nueva para sustituir a la Fortaleza de Salvatierra, que cayó durante la batalla de Alarcos y que no se recuperó hasta años después de las Navas de Tolosa.

Algunos de los actuales historiadores hablan de las Navas de Tolosa como el día más determinante de la reconquista española, debido a que fue el gran impulsor para hacerse finalmente, tras la batalla, con Vilches, Úbeda, Baeza, Ferraz o Baño hasta poner fin los musulmanes con su expulsión en Granada, en 1492.


lunes, 29 de abril de 2019

Gonzalo Jiménez de Quesada Conquistador y Colonizador Del Nuevo Reino de Granada

Gonzalo Jiménez de Quesada Conquistador y Colonizador Del Nuevo Reino de Granada (1509-1579) 



Nació en Córdoba en 1509. Licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca. A mediados de 1535 se embarcó en la expedición de Pedro Fernández de Lugo, que tenía como destino Santa Marta, a donde llegaron en 1536. El 5 de abril de 1536 partió con 670 soldados para explorar el río Magdalena, en busca del Perú.

Sus filas fueron mermadas por el hambre y los repetidos ataques de los indígenas. Llegaron a la planicie de Cundinamarca, que bautizó como Nuevo Reino de Granada, y en ella fundó el 6 de agosto de 1538 la ciudad de Santafé de Bogotá.

Donde actualmente queda Bosa, coincidieron Jiménez de Quesada, Nicolás de Federmann y Sebastián de Belalcázar, por lo que cada uno de ellos se atribuía la conquista del territorio. Regresaron a España para que la Corona dirimiera la disputa. Al no ser reconocidos sus méritos se dedicó a actividades particulares, hasta que en 1550 regresó a Bogotá como miembro del Cabildo, donde llevó una vida «desarreglada», en la que se llenó de deudas. Siendo anciano, inició en 1560 una nueva expedición, en la que perdió casi todos sus hombres y 150.000 ducados. Falleció arruinado el 16 de febrero de 1579 en Mariquita (Nueva Granada Actual Colombia). 

martes, 16 de abril de 2019

¿Desde cuándo hay huevos de Pascua?

¿Desde cuándo hay huevos de Pascua?

El huevo es símbolo de nacimiento en numerosas civilizaciones. Te contamos cómo los huevos se convirtieron en parte de la tradición de Pascua.



El huevo es símbolo de nacimiento en numerosas civilizaciones. El ave Fénix, un mito surgido en Egipto, renacía de sus cenizas a partir de su huevo original. También representa la fertilidad en la cultura romana y de Oriente Medio anterior al cristianismo, y regalarlo significaba celebrar la primavera: el renacimiento de la naturaleza.

La religión cristiana adoptó esta costumbre para la Resurrección de Cristo, que se rememora en la Pascua. La tradición de dar huevos a los seres queridos se originó en la Edad Media, ya que durante la Cuaresma estaba prohibido comerlos, y las familias conservaban algunos cocidos y protegidos con una capa de cera, para entregarlos como obsequio al finalizar la Cuaresma y el luto, o sea, el Domingo de Pascua.

Fecundidad irisada
La idea de pintarlos proviene de entonces, y cuando la Iglesia católica dejó de prohibir su consumo, los pasteleros europeos los elaboraron con chocolate e incluyeron sorpresas en su interior. La costumbre dicta que los padrinos de bautismo los regalen a sus ahijados. Al mismo tiempo afloró la tradición del conejo de Pascua, otro símbolo de fertilidad. En la tradición anglosajona, el conejo representaba a Easter (Ostern en Alemania), la diosa del mes de abril, y se menciona en textos del siglo XVI. Fue introducido en EE. UU. por los emigrantes alemanes y neerlandeses que llegaron a la región llamada Pensilvania holandesa. Los niños de los pioneros esperaban que, si se portaban bien, el conejo de Pascua les pusiera huevos de colores en nidos que preparaban en lugares ocultos la noche anterior.

La Pascua es una fiesta religiosa que celebra la resurrección de Cristo, pero algunas de las costumbres de la Pascua, como el huevo de Pascua, probablemente se derivan de las tradiciones paganas. Mientras que para los cristianos el huevo es un símbolo de la resurrección de Jesucristo que representa su salida de la tumba, el huevo ha sido un símbolo desde antes de que los cristianos comenzaran a celebrar la resurrección de Jesús.


El huevo como símbolo en la historia

Los antiguos egipcios, persas, fenicios e hindúes creían que el mundo comenzó con un enorme huevo, por lo que el huevo como símbolo de una nueva vida ha existido por eones. Los detalles pueden variar, pero la mayoría de las culturas de todo el mundo utilizan el huevo como símbolo de una nueva vida y renacimiento.

Otra razón por la que los huevos se convirtieron en un símbolo de la Pascua es que desde el principio, los cristianos se abstuvieron de no solo comer carne, sino que también eliminaron los huevos durante la temporada de Cuaresma antes de la Pascua. Por lo tanto, la Pascua fue la primera oportunidad para disfrutar de los huevos y la carne después de la larga abstinencia.

Es interesante observar, sin embargo, que los huevos casi no juegan ningún papel en las celebraciones de Pascua de México, América del Sur y las culturas indígenas nativas americanas.


La tradición de decorar huevos

La práctica de pintar huevos se remonta a la antigüedad, cuando las conchas decoradas formaban parte de los rituales de la primavera. Sin embargo, en lugar de huevos de gallina, se usaron huevos de avestruz. Los primeros cristianos que adoptaron esta tradición fueron de Mesopotamia, y colorearon sus huevos de rojo, en memoria de la sangre de Cristo. Los métodos incluyen usar pieles de cebolla y colocar flores u hojas sobre las conchas antes de morir para crear patrones. Los países de Europa del Este utilizan batik resistente a la cera para crear diseños escribiendo con cera de abeja. Hoy en día, el colorante de alimentos es el más común.


jueves, 28 de marzo de 2019

Los Aztecas y su Torre de los Cráneos.

Los Aztecas y su Torre de los Cráneos.

Los salvajes aztecas y sus despiadados sacrificios humanos.



Un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México ha realizado un hallazgo macabro, que podría arrojar nueva luz sobre la civilización azteca. En concreto, se han descubierto más de 650 cráneos y miles de fragmentos humanos formando parte de una edificación cilíndrica, próxima al Templo Mayor - sobre el que se edificó la actual Catedral Metropolitana de Ciudad de México- que pasa por ser uno de los lugares de culto más importantes de la antigua capital azteca, Tenochtitlan, correspondiente a la actual capital de México.

Según el equipo de investigadores, se cree que esta «torre» sería parte también del Huey Tzompantli o altar en el que se empalaban a la vista del público las cabezas de los cautivos sacrificados en honor a los dioses y que los historiadores relacionan con otras culturas mesoamericanas anteriores a la llegada de los españoles. Lo que impresionó mucho a los españoles que acompañaron a Hernán Cortes en la conquista de México, y quienes dieron testimonio de todo ello.

La primera crónica de indias que escribió el conquistador de México, Hernán Cortés, el 10 de julio de 1519, estaba dirigida a la reina Juana de Castilla y al emperador Carlos V. En ella se cuenta con horror cómo eran y para qué se usaban los sacrificios humanos en los pueblos del Nuevo Mundo, en especial en el imperio azteca. “...Algunas veces sacrifican sus mismas personas, cortándose unos a otros la lengua, y otros las orejas, y otros acuchillándose el cuerpo con unas navajas. Toda la sangre que de ellos corre la ofrecen a aquellos ídolos(...) Y tienen otra cosa horrible y abominable y digna de ser punida, que hasta hoy no habíamos visto en ninguna parte, toman muchas niñas y niños y aún hombres y mujeres de mayor edad, y en presencia de aquellos ídolos los abren vivos por los pechos y les sacan el corazón y las entrañas”.

Las primeras excavaciones comenzaron en 2015, y sugieren que todavía quedan datos pendientes: «Nosotros esperábamos que fueran hombres, obviamente jóvenes y también guerreros. La cuestión es que no creíamos que fuera haber mujeres y niños, que no tendrían que ir a la guerra», apunta uno de los responsables de esta investigación el antropólogo y biólogo Rodrigo Bolanos.

Al hilo de lo anterior ha reconocido que «está pasando algo de lo que nosotros no teníamos constancia y esto es realmente nuevo, la primera vez que pasa en un Huey Tzompantli».

Bajo la Catedral Metropolitana
Por su parte, Raúl Barrera, un arqueólogo del INAH que viene trabajando en la misma excavación bajo la Catedral Metropolitana ha apuntado que los cráneos habrían formado parte de una torre después de haber sido expuestos al público en el Tzompantli.

Con un diámetro aproximado de seis metros, la torre se erigió en la esquina de la capilla de Huitzilopochtli, el dios azteca del sol, la guerra y el sacrificio humano.

Para el equipo de investigadores no hay duda de que esta particular torre erigida con cráneos pertenecía a las edificaciones de las que dio cuenta Andrés de Tapia, un soldado español que acompañaba a Hernán Cortés en la conquista de México en 1521.

En sus escritos, Tapia apuntó que había contado decenas de cientos de cráneos y sobre lo que se conoce hoy como Huey Tzompantli. En concreto, Barrera ha llegado a contabilizar hasta 676 cráneos aunque no ha descartado que su número sea mayor según avanzará la excavación.



Pero ahora el descubrimiento de la torre de los cráneos de Tenochtitlán, tan verazmente descrita por los cronistas, obliga a mirar a Cortés y a su gente de otra manera. Si esto tendrá consecuencias en el futuro no lo sabemos, pero es poco probable. Pronto caerá otro manto de silencio sobre esta realidad como ha caído sobre tantas otras que no necesitaban de un equipo de arqueólogos. Como, por ejemplo, que el gobernador nombrado por Cortés que tuvo México en el nuevo orden cristiano se llamó Andrés de Tapia Motelchiuh (1526-1530) y era un azteca que se bautizó tomando precisamente el nombre del cronista y conservando también el suyo, y que era un plebeyo casi esclavo a quien el anquilosado sistema social azteca nunca le hubiera permitido prosperar. Acompañó a Cortés durante tres años en sus expediciones. Pero podríamos nombrar también a otro plebeyo, don Pablo Xochiquenzin, que también fue gobernador cinco años. O a don Diego de Alvarado Huanitzin, que acompañó a Cortés en la expedición a Honduras y fue nombrado gobernador de Ecatepec, cargo que ocupó 14 años. Después el virrey Antonio de Mendoza le nombró gobernador de Tenochtitlán. O a don Diego de San Francisco Tehuetzquititzin o a don Alonso Tezcatl Popocatzin, o a don Pedro Xiconocatzin. ¿Hay que seguir? Todos indios, todos gobernantes del virreinato de la Nueva España.

miércoles, 20 de marzo de 2019

Juana de Portugal : La Reina Infiel.

Juana de Portugal : La Reina Infiel.

La infanta de Portugal y reina consorte de Castilla murió con tan solo 36 años.




Juana de Portugal nació el 20 de marzo de 1439 como hija de Eduardo, rey de Portugal y Eleonora de Aragón. Nunca conoció a su padre, pues murió el 9 de septiembre de 1438 y le sucedió su hermano Afonso.

El 21 de mayo de 1455, Juana se casó con el rey Enrique IV de Castilla para el que era su segunda esposa. La primera había sido Blanca II de Navarra, a quien repudió después de 13 años de matrimonio alegando que el matrimonio no podía consumarse. 
Enrique era 14 años mayor que Juana. Enrique y Juana también eran primos hermanos.

Dio a luz a su primer hijo seis años después del matrimonio el 21 de febrero de 1462. La niña fue bautizada como Juana, pero pronto comenzaron a correr rumores de que era hija de Don Beltrán de la Cueva, primer duque de Alburquerque, de quien se sospechaba seguía siendo el amante de Juana de Portugal. La niña fue apodada 'La Beltraneja.' 

Y es que Juana de Portugal es una de las mujeres más incomprendidas de la historia, ya que nunca se llegó a un acuerdo claro sobre su papel como Reina de España a finales del siglo XV. Algunos la han descrito como una persona hambrienta de poder, mientras que otros la vieron como una víctima de un marido que no la apoyaba. 

Como decimos, Juana fue la segunda esposa de Enrique IV, ya que su primer matrimonio de trece años fue anulado ante la exposición de que nunca se había consumado. Siete años después de su matrimonio, nació la pequeña, que se rumoreaba era fruto de una aventura con Beltrán de la Cueva, asesor de la corte, siendo él su verdadero padre. Juana y Enrique negaron esa afirmación e insistieron en que ella era la legítima heredera del trono.

Durante este período, Juana insistió en que los hermanos y hermanas adolescentes de Enrique, Alfonso e Isabel, fueran apartados de su madre enferma. Muchos vieron esta decisión como una forma de asegurarse de que el camino de su hija a la corona no encontraría obstáculos.

El creciente estado de descontento entre el reino de Castilla llevó a nobles y campesinos a apoyar al hermano de Enrique, Alfonso, para que fuera el próximo rey, alegando que él era el heredero legítimo del trono. Juana se opuso enérgicamente usando todas sus conexiones políticas para tratar de detener este movimiento en crecimiento.

Pero a medida que crecían los rumores de las indiscreciones sexuales de Juana, uno de los términos de los nobles en la negociación fue que Enrique desterrara a su esposa de la corte para vivir con el obispo Fonseca, uno de sus mayores partidarios durante el conflicto. Enrique estuvo de acuerdo, con objeto de tratar de mantenerse en el poder y complacer a quienes lo rodeaban.

Poco después surgió el escándalo de que Juana tuvo una aventura amorosa con el sobrino del obispo y se quedó embarazada de gemelos. Esto confirmó los rumores anteriores y, combinado con la debilidad del rey Enrique, la nobleza tuvo éxito al obligarlo a abandonar el poder y nombrar a Alfonso como rey de Castilla.

El reinado de Alfonso solo duró unos años, ya que murió misteriosamente poco después de haber recibido el nombramiento. Una nueva guerra surgió buscando al heredero del trono. Juana trató una vez más de colocar a su hija como heredera legítima al trono, pero todos los conflictos anteriores la habían dejado esencialmente con poco poder. Isabel demostró ser más fuerte, se casó con el rey Fernando de Aragón y obtuvo el apoyo de los nobles. Finalmente Isabel fue declarada Reina.

Finalmente, Juana de Portugal murió en Madrid, lejos de todo el poder que una vez buscó.

No hay evidencia para probar o refutar todas las afirmaciones que se hicieron sobre ella, pero está claro que ella era una figura complicada. Tal vez lo único que quería era mantenerse en el poder por todos los medios necesarios o tal vez solo era una mujer en busca de amor y de apoyo a su familia, pero, en general, nadie puede negar que era una mujer fuerte y poderosa.

sábado, 16 de marzo de 2019

La Venus De Willendorf : La Figura Femenina Más Famosa De La Prehistoria.

La Venus De Willendorf : La Figura Femenina Más Famosa De La Prehistoria.



La pieza artística se llama Venus de Willendorf y tiene una antigüedad de unos 25.000 años, lo que la hace una de las piezas artísticas más antiguas y más famosas que existen. A parte de su indiscutible belleza, claro.

Es francamente sorprendente que una pieza tan antigua pueda acaparar tanta habilidad, belleza y significación. Un objeto que habla por sí solo. Porque fue confeccionado con el objetivo de representar una idea, una cultura, un modo de pensar.

¿De Dónde Proviene La Venus De Willendorf y Qué Significa?

La persona que esculpió la Venus de Willendorf a partir de un trozo de piedra caliza, sin ninguna duda, era todo un artista . No se sabe dónde se elaboró pero sí cuál fue su último destino antes de que se sumiera en su letargo de miles de años para ser descubierta en 1908 en el yacimiento arqueológico de Willendorf, en Austria.

Su datación coincide con otras figuritas de arte paleolítico que aparecen en Europa con fechas en torno al 25.000 a.C. con lo que demuestra que la figura femenina durante el Gravetiense tuvo una gran importancia que se vio reflejada en las representaciones artísticas.

A pesar de su pequeño tamaño (poco más de unos 11 cm de alto) no cabe duda de que se trata de una pieza de gran elaboración y que debió invertirse mucho tiempo y esfuerzo para elaborarla.

Por otro lado, y continuando con su pequeño tamaño, su dimensión permitía llevarla consigo allá donde se fuese. Un buen objeto para transportar en los lugares donde se asentaban estas sociedades paleolíticas nómadas. Una pequeña venus con mucho significado.

Bueno, Venus…. El grupo o personas que la elaboraron y la ostentaron no se referirían a esta pieza como Venus. Este nombre se le otorgó en relación a la diosa romana con el mismo nombre. Al ser descubierta, se le relacionó con la deidad del amor y la belleza y de ahí el paralelismo.

¿Datación De Un Trozo De Piedra? Edad De La Venus De Willendorf



Quizás te lo estés preguntando, claro. De hecho, te hemos dado la brasa alguna vez con los sistemas de datación en arqueología y sabrás que para ello, es necesario un compuesto orgánico.

Pero también sabrás que hay otros métodos de datación que fueron usados para calibrar las fechas de creación de la Venus de Willendorf.

Por un lado, se estableció una cronología relativa comparándola con piezas similares que fueron apareciendo en toda Europa y que, sin ninguna duda, tenían una gran similitud estética con esta famosa pieza.

Por otro, los niveles estratigráficos de la excavación arqueológica en Willendorf, donde apareció la pieza. Si conseguimos encontrar un objeto que se pueda datar de forma mecánica en el mismo nivel estratigráfico, es probable que sean de la misma época.

¿Qué Nos Dice La Venus De Willendorf?

Durante el paleolítico no había escritura. Por tanto no contamos con documentos escritos que nos digan algo sobre esta pieza. Pero ya sabes que en Arqueología, muchas veces los objetos cuentan muchas cosas sobre ellos mismos sin necesidad de palabras escritas.

Basta con echar un vistazo a la Venus de Willendorf para darse cuenta de que lo que se quiere resaltar de la figura son sus atributos femeninos. Aquellos que dan la vida. Algunas de estas partes conservan todavía parte del color ocre que tenía la figura en su origen.

Al contrario que estas partes más destacadas, el resto del cuerpo está elaborado con mucho menos detalle. Incluso la cabeza no cuenta con los rasgos faciales sino que se representa con una especie de gorro que tapa la cara casi al completo.


La escasa atención mostrada en el resto del cuerpo hace pensar a los investigadores que no se quería representar una persona en concreto sino una imagen de los órganos reproductores femeninos. No una mujer sino a la mujer en general, como generadora de vida. Por eso siempre se ha relacionado a la Venus de Willendorf  con la fertilidad y de ahí la creencia de que se trata de un exvoto a la diosa de la fertilidad o a la mujer en sí.

Como ves, una vez más una pequeña pieza nos dice mucho de las personas que la tuvieron en su época. Y la Venus de Willendorf no es más que un ejemplo (eso sí, el más conocido) de las representaciones paleolíticas referidas a la fertilidad, a la mujer, y que han aparecido por toda Europa en diferentes yacimientos arqueológicos. Una figura, la Venus de Willendorf que representa un tipo de arte con gran significado.