jueves, 31 de enero de 2019

Sumeria la primera civilización Parte II

Sumeria la primera civilización Parte II



Características militares de Sumeria 



Las casi constantes guerras, durante 2000 años, entre las ciudades estado sumerias ayudaron a desarrollar la técnica y tecnología militar de Sumeria a un alto nivel. La primera guerra que se registra fue entre Lagaš y Umma en el año 2525 a. C. en una estela llamada la Estela de los Buitres. Este registro también muestra al rey de Lagaš liderando un ejército sumerio compuesto en su mayoría de infantería. Los soldados de infantería llevaban lanzas, cascos de cobre y escudos de cuero o mimbre. Los lanceros se muestran dispuestos en lo que parece ser una formación de falange, que requiere entrenamiento y disciplina. Esto implica que los sumerios hayan hecho uso de soldados profesionales.

La influencia clave en el ejército sumerio fue su paupérrima posición estratégica. Los obstáculos naturales para la defensa existían solamente en las fronteras del oeste (desierto) y del sur (golfo Pérsico). Cuando los enemigos más populosos y poderosos aparecían por el norte o el este, los sumerios se volvían susceptibles a los ataques. Los sumerios participaban en guerras con sitio entre sus ciudades, defendidas por murallas de ladrillos de barro que, obviamente, no podían detener los enemigos que ya conocían ese material.

Los sumerios inventaron el carruaje, al cual ataban onagros (burros salvajes). Esas carrozas antiguas no funcionaban tan bien en combate como los modelos construidos posteriormente. Algunos sugieren que las carrozas servían primariamente como medio de transporte, aunque en tiempo de guerra transportaban hachas de guerra y lanzas. La carroza o carruaje sumerio constituía de un dispositivo de cuatro ruedas manejado por un equipo de dos personas y atado a cuatro onagros. La carroza estaba compuesta por cestas entretejidas, y las ruedas poseían un sólido diseño de tres piezas. Los sumerios usaban fundas y arcos simples, más tarde la humanidad inventaría el arco compuesto.

Sumeria Arquitectura 



La planicie del Tigris-Éufrates carecía de minerales y árboles. Las edificaciones sumerias comprendían estructuras planoconvexas hechas de ladrillos de barro, desprovistas de argamasa o cemento. Debido a que los ladrillos planoconvexos eran de composición relativamente inestable, los albañiles sumerios añadían una mano extra de ladrillos, puestos perpendicularmente cada pocas hiladas. Entonces ahí, rellenaban los huecos con betume.

Las construcciones hechas con ladrillos de barro se acababan deteriorando, de forma que eran periódicamente destruidas, niveladas y reconstruidas en el mismo lugar. Esa constante reconstrucción elevó gradualmente el nivel de las ciudades, de modo que se erigieron por arriba de la planicie a su alrededor. Las construcciones resultantes se conocían con el nombre de tell y se encontraban en todo el antiguo Oriente Próximo.



El tipo más famoso e impresionante de entre las edificaciones sumerias, eran los Zigurats o torres escalonadas, una construcción de largas y amplias plataformas sobrepuestas en cuya cima había templos. Algunos académicos han teorizado que estas estructuras podrían haber sido la base de la torre de Babel bíblica, que se describe en el Génesis.

Los sellos cilíndricos sumerios también describen casas construidas con cañas, similares a aquellas construidas por los árabes de las tierras bajas de la parte sur de Irak, hasta una fecha tan reciente como el 400 a. C. 
Por otro lado, los templos sumerios y palacios hicieron uso de materiales y técnicas más avanzadas como refuerzos (soportes para los ladrillos), recesos (esquinas), pilastras y clavos de arcilla.

Religión Sumeria 



Entre las principales figuras mitológicas adoradas por los sumerios, es posible citar:

An (o Anu), dios del cielo;
Nammu, la diosa-madre;
Inanna, la diosa del amor y de la guerra (equivalente a la diosa Ištar de los acadios);
Enki en el templo de Eridu, dios de la beneficencia, controlador del agua dulce de las profundidades debajo de la tierra;
Utu en Sippar, el dios sol;
Nanna, el dios luna en Ur;
Enlil, el dios del viento.

miércoles, 23 de enero de 2019

Sumeria la primera civilización Parte I

Sumeria la primera civilización Parte I 



Sumeria (del acadio Šumeru; en sumerio cuneiforme ki-en-gi, aproximadamente KI 'tierra, país', EN 'señor', GI cañaveral' ) fue una región histórica de Oriente Medio que era parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris. La civilización sumeria es considerada como la primera y más antigua civilización del mundo. Aunque la procedencia de sus habitantes, los sumerios, es incierta, existen numerosas hipótesis sobre sus orígenes, siendo la más aceptada actualmente la que argumenta que no habría ocurrido ninguna ruptura cultural con el período de Uruk, lo que descartaría factores externos, como podían ser invasiones o migraciones desde otros territorios lejanos.

El término "sumerio" también se aplica a todos los hablantes de la lengua sumeria. En dicha lengua, esta región era denominada Kengi (ki), equivalente al acadio mat Sumeri, esto es, "tierra de Súmer".

Sumeria :



A lo largo de la historia, el planeta ha visto emerger y caer a muchas civilizaciones (los aztecas, los incas…), pero el honor de ser la primera sólo puede ostentarlo una, la que levantaron los sumerios alrededor del año 3.500 aC.

La civilización Sumeria se encontraba al sur de la antigua Mesopotamia, una zona de Oriente Próximo ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates que actualmente coincide con las áreas no desérticas de Irak y el noreste de Siria.




Los sumerios, a los que se atribuye la invención de la rueda y de la escritura (dos descubrimientos claves para la humanidad), también fueron los responsables de la aparición de las primeras ciudades-estado del mundo. Sobre el año 3000 aC había al menos 12 de ellas, las cuales eran muy independientes.

Los habitantes de esta red de ciudades-estado que formaba la civilización Sumeria compartían una misma cultura y religión, aunque sus gobernantes tenían total autonomía, es decir, gobernaban sus ciudades-estado sin ningún tipo de interferencia del resto líderes de Sumeria.

Agricultura y ganadería



Los sumerios mantenían una producción de cebada, garbanzo, lentejas, mijo, trigo, nabo, dátiles, cebolla, ajo, lechuga, puerro y mostaza. También criaban ganado, cordero, cabra y puerco. Además de eso, usaban novillos como opción principal en el trabajo de carga y burros como animal de transporte. Los sumerios pescaban peces y cazaban aves gallináceas.

La agricultura sumeria dependía mucho del riego, efectuándose a través del uso de canales, estanques, diques y depósitos de agua. Las frecuentes y violentas inundaciones del Tigris, y en menor medida, del Éufrates, hacían que los canales necesitaran de reparación frecuente y de la continua extracción del limo, y el reemplazo continuo de los marcadores de inspección y mojones. El gobierno ordenaba a determinados ciudadanos la tarea de trabajar en los canales, aunque los ricos podían excluirse de esta tarea.

Después de la temporada de inundaciones y luego de la temporada de Equinoccio de Primavera y Akitu o Festival de Año Nuevo, con el uso de canales, los granjeros irrigaban sus campos y entonces drenaban el agua. Posteriormente dejaban que los novillos macerasen la tierra y matasen las hierbas dañinas. El paso siguiente era dragar los campos con picos. Después que se secara, araban, gradaban y rastrillaban el campo tres veces, revolviendo la tierra después con una azada antes de la siembra. Lamentablemente, la alta tasa de evaporación dio lugar a un aumento gradual de la salinidad de los campos. Por el período de Ur III, los agricultores pasaron del trigo a la cebada como principal cultivo, ya que ésta es más tolerante a la sal.

Los sumerios realizaban la cosecha durante la fase seca del otoño en equipos de tres personas que consistían en dos segadores y un enfardador. Los campesinos utilizaban un tipo de cosechadora arcaica para separar la cabeza de los cereales de sus respectivos tallos: una especie de carro de clasificación, que separaba los granos de los cereales. Después cribaban la mezcla de granos y barcia.

lunes, 7 de enero de 2019

9 cosas que tal vez no sabías de la Epifanía y los famosos Reyes Magos

9 cosas que tal vez no sabías de la Epifanía y los famosos Reyes Magos

“Al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra”, dice San Mateo (2,1-18) en el pasaje que se refiere a los tres magos.

Aquí 9 cosas que tal vez no sabías de los sabios de oriente y la Epifanía.



1. La Iglesia celebra tres Epifanías

La fiesta de los reyes magos o “bajada de reyes” es comúnmente llamada Epifanía, palabra que en griego significa manifestación, en el sentido de que Dios se revela y se da a conocer.

No obstante, la Iglesia celebra como Epifanías tres manifestaciones de la vida de Jesús: la Epifanía ante los magos de oriente, Epifanía del Bautismo del Señor y la Epifanía de las bodas de Caná.

2. Es la segunda fiesta más antigua

La Fiesta de la Epifanía es una de las más antiguas de los cristianos, muy probablemente la segunda después de la Santa Pascua. Se inició en oriente y luego pasó a occidente por el siglo cuarto.

Se dice que en un principio los cristianos conmemoraban las tres epifanías en una misma fecha. En algunas iglesias orientales incluso le dieron a esta fiesta un carácter celebrativo del nacimiento de Cristo, pero este sentido se fue aminorando cuando se insertó la festividad romana de la Navidad por el siglo cuarto.

En la Edad Media la Epifanía poco a poco pasó a conocerse más como la fiesta de los Reyes Magos. Actualmente la Iglesia Católica celebra las tres epifanías en diferentes tiempos del calendario litúrgico.

3. Un santo definió la fecha

Estudios sostienen que la Epifanía se fijó para el 6 de enero debido a que en este día se celebraba el nacimiento de Aión, dios patrono de la metrópoli de Alejandría, que al parecer estaba relacionado con el dios sol. Asimismo, también porque desde tiempos antiguos en Egipto, se celebraba el solsticio de invierno el 6 de enero.

San Eusebio de Cesarea y San Jerónimo en el siglo cuarto, al igual que San Epifanio en el siglo sexto dicen que los reyes arribaron a ver al Niño antes que Jesús cumpliese los dos años.

Sin embargo, San Agustín (siglos cuarto y quinto) en sus sermones de la Epifanía afirmó que llegaron el día 13 después del nacimiento del Señor. Es decir, el 6 de enero del calendario actual.

4. Reyes por tradición

San Mateo, el único que habla de los magos en la Biblia, explica que fueron de “oriente”, una zona que para los judíos eran los territorios de Arabia, Persia o Caldea. Por otro lado, los orientales llamaban “magos” a los doctores y sabios.

“Mago” en lengua persa significaba “sacerdote” y justamente los magos (“magoi” en griego) eran una casta de sacerdotes persas o babilonios. Ellos no conocían la revelación divina como los judíos, pero estudiaban las estrellas en su deseo de buscar a Dios.

La tradición les llamó “reyes” a los magos en referencia al Salmo 72 (10 -11) que dice: “Los reyes de occidente y de las islas le pagarán tributo. Los reyes de Arabia y de Etiopía le ofrecerán regalos. Ante él se postrarán todos los reyes y le servirán todas las naciones”.

5. Pudieron ser más de tres

San León Magno y San Máximo de Turín, siglos cuarto y quinto respectivamente, hablan de tres magos probablemente no por basarse en alguna tradición, sino tal vez por los tres regalos que describe el evangelista.

En los primeros siglos hay representaciones pictóricas en los que aparecen dos, cuatro, seis y hasta ocho magos. No obstante, el fresco más antiguo de la adoración de los magos data del siglo segundo y se encuentra en un arco de la capilla griega de las catacumbas romanas de Priscila y allí aparecen tres.

6. El origen de sus nombres, fisonomías y regalos



Los nombres de los magos no aparecen en las Sagradas Escrituras, pero la tradición les ha dado ciertos nombres. En un manuscrito de París a fines del siglo siete aparece que se llamaban Bitisarea, Melchor y Gataspa, pero en el siglo nueve se empezó a propagar que eran Gaspar, Melchor y Baltazar.

Melchor es graficado generalmente como un anciano blanco con barba en representación de la zona Europea y ofrece al Niño el oro por la realeza de Cristo. Gaspar representa a la zona asiática y porta el incienso por la divinidad de Jesús. Mientras que Baltazar es negro por los provenientes de África y regala al Salvador la mirra, sustancia que se utilizaba para embalsamar cadáveres y símbolo de la humanidad del Señor.

En la época que se les empezó a pintar con estas características no se tenía conocimiento de América. Además, los tres hacen referencia a las edades del ser humano: juventud (Gaspar), madurez (Baltazar) y vejez (Melchor).

7. La estrella habría sido una conjunción de planetas

Sobre la estrella de Belén que vieron los Reyes Magos se han construido varias hipótesis. Antes se decía que fue un cometa, pero estudios astronómicos indican que al parecer se debió a la conjunción de los planetas Saturno y Júpiter en la constelación de Piscis.

En este sentido, los Reyes Magos posiblemente deciden viajar en busca del Mesías porque, en la antigua astrología, Júpiter era considerado como la estrella del Príncipe del mundo; la constelación de Piscis, como el signo del final de los tiempos; y el planeta Saturno en Oriente, como la estrella de Palestina.

En suma, se presume que los “sabios de Oriente” entendieron que el Señor del final de los tiempos se aparecería ese año en Palestina.

Es probable que los Reyes Magos supieran algunas profecías mesiánicas de los judíos y por eso llegaron a Jerusalén, al palacio de Herodes, preguntando por el rey de los judíos.

8. La tradición armenia dice que eran 12 Reyes Magos, haciendo una comparación a las 12 tribus de Israel.

9. Historia y Leyenda en los Evangelios Apócrifos

La historia de Reyes Magos visitando al Niño Jesús aparece en varios textos de los llamados Evangelios Apócrifos que son los siguientes: Proto Evangelio de Santiago, Evangelio del Pseudo Mateo, Evangelio Árabe de la Infancia y Evangelio Armenio de la Infancia, siendo estos dos últimos los más rico en detalles. Así los Evangelios Apócrifos, son los textos que más han aportado a la iconografía del arte cristiano, sobre todo, para representar los pasajes de los cuales no se tiene mucha información escrita en los textos que conforman la Biblia, como por ejemplo La Vida de la Virgen, La Resurrección de Cristo y el rescate de Adán y Eva (sí, porque según la tradición cristina -sobre todo la ortodoxa- los primeros padres son rescatados del Hades, de hechos son los primeros que entran al Paraíso cuando Cristo resucita).

En el Proto Evangelio de Santiago y en el Pseudo Mateo, el pasaje no varía tanto del descrito en el Evangelio de Mateo, pero en el Evangelio Árabe de la Infancia (8; 1-4), se nos dice específicamente que son personajes provenientes de Persia. Y no solo eso, según el texto que se lea, estos personajes ilustres se presentan ante el Niño Jesús el día de su Nacimiento, varios días después o incluso hasta dos años después. También en el Evangelio Árabe de la Infancia se dice que estos personajes fueron avisados por un dios (Ángel):

“Ha nacido el rey de reyes, el Dios de los dioses la luz emanada de la luz. Y he aquí que uno de los dioses ha venido a anunciarnos su nacimiento, para que vayamos a ofrecerle presentes y a adorarlo”     
                                            Evangelio árabe de la Infancia (8; 1)

A estos personajes, de los cuales desconocemos aún sus nombres, se dicen que son reyes porque son hijos de los reyes de Persia y son también Magos por ser personas sabias que conocer las estrellas y se dejan guiar por ellas.  El mago en Persia, es el sabios el que es capaz de, a través de la lectura de las estrellas podían, predecir acontecimientos o hallar respuestas a lo desconocido. También, son los sacerdotes persas los que dices qué regalos darle al Niño Jesús, que en todos los escritos aparecen los mismos regalos: Oro, Incienso y Mirra. Mismos que la tradición cristiana le daría un significado simbólico a cada uno de ellos, que se mencionará más adelante.

En este Evangelio Apócrifo se menciona también la fecha de nacimiento de Jesús: un 25 de diciembre (8; 1). De lo cual podemos deducir que la escritura de este Evangelio es posterior al Concilio de Nicea I celebrado en el año 325 en el cual se estableció el 25 de diciembre como día para conmemorar el Nacimiento de Cristo. Cabe mencionar que este día era importante para los Romanos y para los Persas también, pues era el día consagrado al Sol Invictus, Mitra, dios muy popular en el imperio romano. 

En el Evangelio Armenio de la Infancia se dice que estos personajes provenientes de Oriente,  son más reyes que magos, ellos mismos aclaran:

“Venimos de Persia, del Oriente. Por razón de nuestra nacionalidad, se nos llama magos.”
                                     Evangelio Armenio de la Infancia (9;9)

Es gracias al Evangelio Armenio de la Infancia que podemos conocer los nombres de los personajes y aquí también se les da, no solo el estatuto de Mago-Sabio, sino de Rey. Así Melkon es el Rey de Persia, Gaspar el Rey de los indios y Baltasar el Rey de los Árabes. Además del Oro, de Incienso y de la Mirra, le llevan al Niño más regalos que por la riqueza de los mismo, vale la pena citar:

“El primer rey, Melkon, aportaba, como presentes, mirra, áloe, muselina, púrpura, cintas de lino, y también los libros escritos y sellados por el dedo de Dios. El segundo rey, Gaspar, aportaba, en honor del niño, nardos, cinamomo, canela e incienso. Y el tercer rey, Baltasar, traía consigo oro, plata, piedras preciosas, peras finas y zafiros de gran precio.”
                                     Evangelio Armenio de la Infancia (9; 2)

Por último, el Evangelio Armenio de la Infancia es importante porque es aquí donde se describe uno de los misterios más granes del Cristianismo. La Epifanía del Señor, sentido religioso de la Fiesta de los Reyes Magos. Una epifanía es cuando Dios se revela ante los humanos, muestra su verdadera forma. Así en este Evangelio Apócrifo los Tres Reyes Magos, son testigos de la divinidad y humanidad que posee ese pequeño Niño que fueron a ver por augurio de los astros y ser testigos de la importancia y trascendencia que tendría para la humanidad, según la visión que les fue revelada ante sus ojos al contemplar el Niño. 
                                    Evangelio Armenio de la Infancia (9; 19)

jueves, 3 de enero de 2019

La Legendaria Reina Puabi

La Legendaria Reina Puabi 



Puabi, Nin Puabi ("nin" o "eresh", una palabra sumeria que puede denotar a una reina o sacerdotisa) o Pu-Abi (traducido del acadio como "Palabra de mi padre" y también llamada Shubad por una errónea interpretación de Charles Leonard Woolley) fue una reina de la ciudad sumeria de Ur que fue enterrada en su cementerio real.

Vivió durante la Primera Dinastía de Ur, en el siglo XXVI a. C. pero su estatus de "reina" está en discusión pues pudo ser, simplemente, una sacerdotisa. En varios sellos cilíndricos encontrados en su tumba se la identifica por el título de NIN o "eresh", palabra sumeria para "señora", que puede identificar lo mismo a una reina que a una sacerdotisa o tener al mismo tiempo, los dos roles, uniendo el poder político al religioso, como sucedía a menudo en las primeras civilizaciones.

Tumba de Puabi



El hecho es que Puabi, una acadia semítica, fue una importante figura entre los sumerios, lo que indica un alto grado de intercambio cultural e influencia entre los antiguos sumerios y sus vecinos semitas.

El arqueólogo Leonard Woolley descubrió la tumba de Puabi, que fue excavada por su equipo junto a otras 1800 tumbas en el "Cementerio Real de Ur" entre 1922 y 1934. Esta tumba fue excepcional entre las demás, no sólo debido a la alta calidad y conservación del ajuar funerario, sino también porque su tumba no había sido profanada por ningún ladrón de tumbas.

Fue enterrada con 52 ayudantes — sirvientes que se sospecha se envenenaron a sí mismos (o bien, fueron envenenados por otros) para servir a su amada señora en el otro mundo. La cantidad de ajuar funerario que Woolley descubrió en la tumba de Puabi fue asombrosa: un magnífico y pesado tocado dorado hecho con hojas de oro, anillos y placas; una magnífica lira , con oro y lapislázuli incrustado con cabezas barbudas de toros; varias vajillas de oro; cuentas cilíndricas de oro, cornalina, y lapislázuli para extravagantes collares y cinturones; una carroza adornada con cabezas de leona, en plata y gran cantidad de anillos y brazaletes de plata, lapislázuli y oro.

Los tesoros excavados por la expedición de Woolley se dividieron entre el Museo Británico en Londres, el Museo de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia y el Museo Nacional de Irak en Bagdad. Varias piezas fueron saqueadas en este último por las secuelas de la Segunda Guerra del Golfo en 2003.

Más datos sobre la reina Puabi



El examen forense de sus restos, llevados a cabo por el Museo de Historia natural de Londres, indicaron que Puabi tenía cerca de 40 años cuando murió, y que medía 1,52 cm de altura. 

El hecho de que Puabi se identifica sin la mención de su marido puede indicar que ella era reina por derecho propio. Si es así, probablemente reinó antes de la época de la primera dinastía de Ur, cuyo primer gobernante se le conoce en la Lista de Reyes Sumerios como Mesannepada.