lunes, 7 de enero de 2019

9 cosas que tal vez no sabías de la Epifanía y los famosos Reyes Magos

9 cosas que tal vez no sabías de la Epifanía y los famosos Reyes Magos

“Al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra”, dice San Mateo (2,1-18) en el pasaje que se refiere a los tres magos.

Aquí 9 cosas que tal vez no sabías de los sabios de oriente y la Epifanía.



1. La Iglesia celebra tres Epifanías

La fiesta de los reyes magos o “bajada de reyes” es comúnmente llamada Epifanía, palabra que en griego significa manifestación, en el sentido de que Dios se revela y se da a conocer.

No obstante, la Iglesia celebra como Epifanías tres manifestaciones de la vida de Jesús: la Epifanía ante los magos de oriente, Epifanía del Bautismo del Señor y la Epifanía de las bodas de Caná.

2. Es la segunda fiesta más antigua

La Fiesta de la Epifanía es una de las más antiguas de los cristianos, muy probablemente la segunda después de la Santa Pascua. Se inició en oriente y luego pasó a occidente por el siglo cuarto.

Se dice que en un principio los cristianos conmemoraban las tres epifanías en una misma fecha. En algunas iglesias orientales incluso le dieron a esta fiesta un carácter celebrativo del nacimiento de Cristo, pero este sentido se fue aminorando cuando se insertó la festividad romana de la Navidad por el siglo cuarto.

En la Edad Media la Epifanía poco a poco pasó a conocerse más como la fiesta de los Reyes Magos. Actualmente la Iglesia Católica celebra las tres epifanías en diferentes tiempos del calendario litúrgico.

3. Un santo definió la fecha

Estudios sostienen que la Epifanía se fijó para el 6 de enero debido a que en este día se celebraba el nacimiento de Aión, dios patrono de la metrópoli de Alejandría, que al parecer estaba relacionado con el dios sol. Asimismo, también porque desde tiempos antiguos en Egipto, se celebraba el solsticio de invierno el 6 de enero.

San Eusebio de Cesarea y San Jerónimo en el siglo cuarto, al igual que San Epifanio en el siglo sexto dicen que los reyes arribaron a ver al Niño antes que Jesús cumpliese los dos años.

Sin embargo, San Agustín (siglos cuarto y quinto) en sus sermones de la Epifanía afirmó que llegaron el día 13 después del nacimiento del Señor. Es decir, el 6 de enero del calendario actual.

4. Reyes por tradición

San Mateo, el único que habla de los magos en la Biblia, explica que fueron de “oriente”, una zona que para los judíos eran los territorios de Arabia, Persia o Caldea. Por otro lado, los orientales llamaban “magos” a los doctores y sabios.

“Mago” en lengua persa significaba “sacerdote” y justamente los magos (“magoi” en griego) eran una casta de sacerdotes persas o babilonios. Ellos no conocían la revelación divina como los judíos, pero estudiaban las estrellas en su deseo de buscar a Dios.

La tradición les llamó “reyes” a los magos en referencia al Salmo 72 (10 -11) que dice: “Los reyes de occidente y de las islas le pagarán tributo. Los reyes de Arabia y de Etiopía le ofrecerán regalos. Ante él se postrarán todos los reyes y le servirán todas las naciones”.

5. Pudieron ser más de tres

San León Magno y San Máximo de Turín, siglos cuarto y quinto respectivamente, hablan de tres magos probablemente no por basarse en alguna tradición, sino tal vez por los tres regalos que describe el evangelista.

En los primeros siglos hay representaciones pictóricas en los que aparecen dos, cuatro, seis y hasta ocho magos. No obstante, el fresco más antiguo de la adoración de los magos data del siglo segundo y se encuentra en un arco de la capilla griega de las catacumbas romanas de Priscila y allí aparecen tres.

6. El origen de sus nombres, fisonomías y regalos



Los nombres de los magos no aparecen en las Sagradas Escrituras, pero la tradición les ha dado ciertos nombres. En un manuscrito de París a fines del siglo siete aparece que se llamaban Bitisarea, Melchor y Gataspa, pero en el siglo nueve se empezó a propagar que eran Gaspar, Melchor y Baltazar.

Melchor es graficado generalmente como un anciano blanco con barba en representación de la zona Europea y ofrece al Niño el oro por la realeza de Cristo. Gaspar representa a la zona asiática y porta el incienso por la divinidad de Jesús. Mientras que Baltazar es negro por los provenientes de África y regala al Salvador la mirra, sustancia que se utilizaba para embalsamar cadáveres y símbolo de la humanidad del Señor.

En la época que se les empezó a pintar con estas características no se tenía conocimiento de América. Además, los tres hacen referencia a las edades del ser humano: juventud (Gaspar), madurez (Baltazar) y vejez (Melchor).

7. La estrella habría sido una conjunción de planetas

Sobre la estrella de Belén que vieron los Reyes Magos se han construido varias hipótesis. Antes se decía que fue un cometa, pero estudios astronómicos indican que al parecer se debió a la conjunción de los planetas Saturno y Júpiter en la constelación de Piscis.

En este sentido, los Reyes Magos posiblemente deciden viajar en busca del Mesías porque, en la antigua astrología, Júpiter era considerado como la estrella del Príncipe del mundo; la constelación de Piscis, como el signo del final de los tiempos; y el planeta Saturno en Oriente, como la estrella de Palestina.

En suma, se presume que los “sabios de Oriente” entendieron que el Señor del final de los tiempos se aparecería ese año en Palestina.

Es probable que los Reyes Magos supieran algunas profecías mesiánicas de los judíos y por eso llegaron a Jerusalén, al palacio de Herodes, preguntando por el rey de los judíos.

8. La tradición armenia dice que eran 12 Reyes Magos, haciendo una comparación a las 12 tribus de Israel.

9. Historia y Leyenda en los Evangelios Apócrifos

La historia de Reyes Magos visitando al Niño Jesús aparece en varios textos de los llamados Evangelios Apócrifos que son los siguientes: Proto Evangelio de Santiago, Evangelio del Pseudo Mateo, Evangelio Árabe de la Infancia y Evangelio Armenio de la Infancia, siendo estos dos últimos los más rico en detalles. Así los Evangelios Apócrifos, son los textos que más han aportado a la iconografía del arte cristiano, sobre todo, para representar los pasajes de los cuales no se tiene mucha información escrita en los textos que conforman la Biblia, como por ejemplo La Vida de la Virgen, La Resurrección de Cristo y el rescate de Adán y Eva (sí, porque según la tradición cristina -sobre todo la ortodoxa- los primeros padres son rescatados del Hades, de hechos son los primeros que entran al Paraíso cuando Cristo resucita).

En el Proto Evangelio de Santiago y en el Pseudo Mateo, el pasaje no varía tanto del descrito en el Evangelio de Mateo, pero en el Evangelio Árabe de la Infancia (8; 1-4), se nos dice específicamente que son personajes provenientes de Persia. Y no solo eso, según el texto que se lea, estos personajes ilustres se presentan ante el Niño Jesús el día de su Nacimiento, varios días después o incluso hasta dos años después. También en el Evangelio Árabe de la Infancia se dice que estos personajes fueron avisados por un dios (Ángel):

“Ha nacido el rey de reyes, el Dios de los dioses la luz emanada de la luz. Y he aquí que uno de los dioses ha venido a anunciarnos su nacimiento, para que vayamos a ofrecerle presentes y a adorarlo”     
                                            Evangelio árabe de la Infancia (8; 1)

A estos personajes, de los cuales desconocemos aún sus nombres, se dicen que son reyes porque son hijos de los reyes de Persia y son también Magos por ser personas sabias que conocer las estrellas y se dejan guiar por ellas.  El mago en Persia, es el sabios el que es capaz de, a través de la lectura de las estrellas podían, predecir acontecimientos o hallar respuestas a lo desconocido. También, son los sacerdotes persas los que dices qué regalos darle al Niño Jesús, que en todos los escritos aparecen los mismos regalos: Oro, Incienso y Mirra. Mismos que la tradición cristiana le daría un significado simbólico a cada uno de ellos, que se mencionará más adelante.

En este Evangelio Apócrifo se menciona también la fecha de nacimiento de Jesús: un 25 de diciembre (8; 1). De lo cual podemos deducir que la escritura de este Evangelio es posterior al Concilio de Nicea I celebrado en el año 325 en el cual se estableció el 25 de diciembre como día para conmemorar el Nacimiento de Cristo. Cabe mencionar que este día era importante para los Romanos y para los Persas también, pues era el día consagrado al Sol Invictus, Mitra, dios muy popular en el imperio romano. 

En el Evangelio Armenio de la Infancia se dice que estos personajes provenientes de Oriente,  son más reyes que magos, ellos mismos aclaran:

“Venimos de Persia, del Oriente. Por razón de nuestra nacionalidad, se nos llama magos.”
                                     Evangelio Armenio de la Infancia (9;9)

Es gracias al Evangelio Armenio de la Infancia que podemos conocer los nombres de los personajes y aquí también se les da, no solo el estatuto de Mago-Sabio, sino de Rey. Así Melkon es el Rey de Persia, Gaspar el Rey de los indios y Baltasar el Rey de los Árabes. Además del Oro, de Incienso y de la Mirra, le llevan al Niño más regalos que por la riqueza de los mismo, vale la pena citar:

“El primer rey, Melkon, aportaba, como presentes, mirra, áloe, muselina, púrpura, cintas de lino, y también los libros escritos y sellados por el dedo de Dios. El segundo rey, Gaspar, aportaba, en honor del niño, nardos, cinamomo, canela e incienso. Y el tercer rey, Baltasar, traía consigo oro, plata, piedras preciosas, peras finas y zafiros de gran precio.”
                                     Evangelio Armenio de la Infancia (9; 2)

Por último, el Evangelio Armenio de la Infancia es importante porque es aquí donde se describe uno de los misterios más granes del Cristianismo. La Epifanía del Señor, sentido religioso de la Fiesta de los Reyes Magos. Una epifanía es cuando Dios se revela ante los humanos, muestra su verdadera forma. Así en este Evangelio Apócrifo los Tres Reyes Magos, son testigos de la divinidad y humanidad que posee ese pequeño Niño que fueron a ver por augurio de los astros y ser testigos de la importancia y trascendencia que tendría para la humanidad, según la visión que les fue revelada ante sus ojos al contemplar el Niño. 
                                    Evangelio Armenio de la Infancia (9; 19)