jueves, 27 de junio de 2019

La monja medieval que simuló su muerte para vivir en la "lujuria"

La monja medieval que simuló su muerte para vivir en la "lujuria"



La historia medieval está llena de sorpresas. Esta vez, la sorpresa sucedió dentro de un convento. Historiadores ingleses han realizado un hallazgo por demás curioso sobre la vida de una “monja lujuriosa”,  al clasificar los libros medievales de la Universidad de York.

En los márgenes de un libro de registros de negocios de los arzobispos de York, descubrieron unas notas escritas en latín, que el arzobispo William Melton escribió en 1318, sobre la vida de una monja llamada Joan de Leeds. En estas notas, Melton explicaba que la religiosa "había dejado imprudentemente la propiedad de la religión y la modestia de su sexo".



La historia se ponía aún más interesante en otro de los apuntes que Melton había hecho sobre Joan de Leeds: "una mente maliciosa que había simulado una enfermedad corporal para luego simular que estaba muerta, sin temer por la salud de su alma y con la ayuda de numerosas cómplices, hacedoras del mal, y que con malicia premeditada elaboraron un maniquí similar al cuerpo de Joan con el objetivo de engañar a los fieles devotos. Ella no tuvo vergüenza en procurarse un entierro en el espacio sagrado entre los religiosos del lugar".



Más adelante, Melton detallaba que Joan de Leeds dio la espalda a la religión y que “seducida por la indecencia, se involucró irreverentemente y pervirtió arrogantemente su camino de vida conduciéndola hacia la lujuria carnal y lejos de la pobreza y la obediencia”. No es el único caso del que se tenga registro, pues en los márgenes de otro libro se cuenta la historia de la monja “Cecily”, que abandonó los hábitos y vivió con “Gregory de Thornton, tres años o más".

viernes, 21 de junio de 2019

Cuando el Guaraní fue declarado única lengua oficial del Paraguay

Cuando el Guaraní fue declarado única lengua oficial del Paraguay



Un 28 de mayo de 1933, durante la Guerra del Chaco, el comandante del Ejército en Campaña, José Félix Estigarribia, mediante la Orden General Nº 51 “Declara al guaraní como idioma oficial de la Guerra” ordenando que las conversaciones y claves secretas se hagan exclusivamente en la lengua guaraní para mantener la máxima seguridad posible en las comunicaciones durante el desarrollo de las maniobras bélicas.

La citada orden general también disponía que toda infracción a esta disposición sobre el tráfico telefónico, su secreto y las reglas para el uso del teléfono sería severamente sancionada.

La lengua guaraní acompañó a los jefes y soldados, en los motes que utilizaban los soldados para referirse a sus jefes o camaradas. Como ejemplo se citan: Akã guasu (Gral. Estigarribia), Leon Karã (Cnel. Rafael Franco), Jakare Valija (Tte.1º Manuel Irala Fernández), Merõ Ra’ỹi (soldado José Velázquez).

En muchos episodios de la Guerra, el guaraní sirvió para que los paraguayos se identifiquen y se evitaran así inútiles matanzas entre ellos. Como idioma criptográfico, el guaraní ofreció serias dificultades para los bolivianos.

La mayoría de las claves utilizadas para los despachos estaban en guaraní. Así por ejemplo, Aguara’i (patrulla de reconocimiento); Ambere (cañón 75mm); Saijovy (bala perdida); Jagua perõ (recluta), Kuña (proyectil).

El guaraní sirvió también para los momentos de solaz y esparcimiento. También estuvo en las obras teatrales y las canciones de los grupos musicales que animaban a las tropas dándoles ánimo e infundiéndoles valor.