domingo, 30 de diciembre de 2018

Sesenta años después de la borrachera

Sesenta años después de la borrachera

Se cumplen seis décadas del triunfo de la revolución cubana el 1 de enero de 1959. La resaca ha sido larga y triste
Por Carlos Alberto Montaner



El primero de enero de 1959 Fulgencio Batista huyó de Cuba y se inició la revolución cubana. Hace seis décadas de esa fecha nefasta. Nos reunimos un grupo de muchachos. Yo tenía 15 años y era un chico flaco, esperanzado y políticamente analfabeto. Me sentí muy feliz. No sé cómo, dónde o por qué fuimos a ver, o nos encontramos, al abogado Óscar Gans. Había sido primer ministro de Carlos Prío, el último presidente constitucional cubano. Tenía fama de honrado e inteligente.

Gans escuchó con interés nuestra ilusionada algarabía y sólo atinó a decirnos una frase enigmática que no he olvidado: «Las revoluciones son como las grandes borracheras… el problema es la resaca». La resaca era la sensación de hastío, de hartazgo, de mala digestión, de «por qué me emborraché e ingerí esa mezcla absurda de alcoholes que hoy me hace sentir tan mal». La resaca es lo que en otras latitudes llaman el «ratón».

A los pocos meses entendí lo que Gans nos había querido transmitir. Comenzaba la resaca. Estábamos en manos de unos revolucionarios iluminados, guiados por consignas aprendidas en los cafetines, dispuestos a cambiar a punta de pistola las señas de identidad de una sociedad que tenía varios siglos de existencia. Un país que, hasta ese momento, a trancas y barrancas, había sido receptor neto de inmigrantes, el mejor índice que se conoce para medir la calidad de cualquier conglomerado humano.

Fidel, el Che, Raúl Castro, y unos cuantos tipos más, audaces e ignorantes, estaban decididos a liquidar una imperfecta democracia liberal, regida por una Constitución socialdemócrata, totalmente perfectible, y transformar ese Estado en una dictadura prosoviética sin propiedad privada, ni derechos humanos, y mucho menos separación e independencia de poderes. Simultáneamente, echaban sobre los hombros de los cubanos la responsabilidad de «enfrentarse al imperialismo yanqui» y transformar el planeta para imponer a sangre y fuego el «maravilloso» modelo social desovado por Moscú desde 1917.

Actuaron velozmente. A los 20 meses habían logrado el 90% de sus objetivos domésticos. En octubre de 1960 no existían vestigios de libertad de prensa. No había grupos políticos diferentes al «movimiento único» creado y sujeto férreamente por el Máximo Líder, de manera que, en su momento, les fue fácil llamarlo «Partido Comunista». No había escuelas ni universidades privadas. Tampoco había empresas medianas o grandes en poder de la «sociedad civil». Todas fueron asumidas por el Estado mediante un simple decreto. La dictadura totalitaria se había consumado, repito, en un 90%.

El 10% restante ocurrió el 13 de marzo de 1968. En esa fecha, Fidel Castro perpetró un larguísimo discurso en el que anunció la «ofensiva revolucionaria». Acabó con el «cuentapropismo» de entonces. De un plumazo se tragó casi sesenta mil microempresas y convirtió la isla en el país «más comunista del mundo». Para arreglar un paraguas, un par de zapatos o un ventilador había que dirigirse al Estado. Lógicamente, el desastre fue absoluto y la nación se convirtió en una escombrera. Los millares de valientes que se opusieron a ese destino fueron fusilados o encarcelados durante muchos años.

La locura revolucionaria



¿Cómo se llevó a cabo esa locura revolucionaria? Tres iluminados no son capaces de realizar una tarea de esa envergadura. Sencillo: metiéndoles la mano en el bolsillo a los probables adversarios. Primero, crearon una enorme clientela política regalándole «al pueblo» todo lo que no le pertenecía al Comandante.

Rebajaron el 50% de los alquileres y del costo de la electricidad y los teléfonos. Dispusieron de la tierra como les dio la gana. Ellos sabían que la economía colapsaría como consecuencia de la manipulación de los precios, pero el objetivo no era conseguir la prosperidad, sino crear una legión de estómagos agradecidos a los que no tardarían en ajustarles las tuercas.

Mientras disponían de los bienes ajenos (y se quedaban con las mejores casas, autos y yates), les entregaron a los soviéticos los mecanismos represivos. Desde el principio la policía política y el corazón del Ministerio del Interior fueron asignados a los camaradas formados por el KGB.

A las pocas semanas de instalados los Castro en la casa de gobierno comenzaron a llegar los siempre discretos «hermanos del campo socialista». A mediados de 1962 eran algo más de 40,000 asesores. Cuando se fueron los «bolos», como les llamaban irreverentemente en la isla, dejaron instalada la jaula. Dentro de ella se abrazaban millones de cubanos temerosos y obedientes.

Sesenta años después los castristas saben que el «modelo cubano» es totalmente improductivo e inviable. Son unos negreros que viven de alquilar esclavos profesionales a los que les extraen una plusvalía del 80%. O policías que montan llave en mano la nueva dictadura, como han hecho en Venezuela. O viven de las remesas de los exiliados, de las dádivas de las iglesias, o de bañar en el mar y pasear turistas en contubernio con empresarios extranjeros a los que no les importa la catadura del socio local, siempre que les deje copiosos beneficios. Así son las resacas revolucionarias. Suelen ser muy largas y muy tristes.

jueves, 27 de diciembre de 2018

Historia de la Navidad

Historia de la Navidad

Es difícil precisar cuando comenzó a celebrarse la Navidad tal cual hoy la conocemos. Lo cierto es que las costumbres, mitos y leyendas que se le fueron sumando a lo largo de los siglos provienen de muchos países diferentes.



Tampoco se conoce el día exacto del nacimiento de Jesús, aunque se sabe que fue durante el reinado de Herodes. A mediados del siglo IV, el Papa Julio I estableció la fecha del 25 de diciembre, día próximo a muchas fiestas del solsticio de invierno que se celebran en la antigüedad.

La aparición de Papá Noel también llamado Santa Claus, Sinterklaas o Pere Noel, según el país así como la tradición del árbol navideño o la representación del pesebre, son costumbres que provienen tanto de la leyenda como de la realidad.

La figura de Papá Noel, por ejemplo, esta inspirada en la vida del obispo de Mira  en la actual Turquía conocido hoy como San Nicolás, que fue muy popular por su bondad y generosidad con los pobres.

El Árbol :



Cuando en invierno los árboles perdían sus hojas, los germanos los vestían para que los espíritus buenos que en ellos habitaban regresaran pronto. Los adornos más comunes eran manzanas o piedra pintadas, eso fue el origen de los adornos, las bolas de cristal se incorporan alrededor de 1750 en Bohemia.

Buena parte de la tradición del árbol de Navidad, en cambio, tuvo su origen en una leyenda europea: se dice que durante una fría noche de invierno, un niño busco refugio en la casa de un leñador y su esposa, que lo recibieron y le dieron de comer. Durante la noche el niño se convirtió en un ángel vestido de oro: era el Niño Dios. Para recompensar la bondad de los ancianos, tomo una rama de un pino y les dijo que la sembraran, prometiéndoles que cada año daría frutos. Y así fue: aquel árbol dio manzanas de oro y nueces de plata. 


El Pesebre :



Fue San Francisco de Asis quien populariza la costumbre de armar un pesebre. En su viaje a Belén, en el año 1220, quedo asombrado por la manera como se celebraba allí la Navidad. Entonces, cuando regreso a Italia le pidió autorización al Papa Honorio III para representar el nacimiento de Jesús con un pesebre viviente. A partir de ese momento, la tradición se extendió por Europa y luego por el resto del mundo. Hoy Papá Noel, el arbolito y el pesebre son los símbolos universales de la Navidad. Tan universales como la costumbre de desearles a todos y en todas partes, Feliz Navidad.

Papá Noel :

Siglo XII :

La tradición católica de San Nicolás se expande por Europa, mezclándose con celebraciones similares.

Siglo XVII:

Emigrantes holandeses llevan la tradición a EE.UU. En España se convierte en los Reyes Magos, desde allí se difunde hacia Latino América.

1087:

Los restos de San Nicolás son llevados a Bari, Italia, donde se construye una iglesia en su nombre. Curiosamente en Italia quien trae los regalos de Navidad no es San Nicolás sino una hada buena.

EL PESEBRE:

La escena que representa el nacimiento de Cristo se fue completando con el paso del tiempo Principio del siglo IV: Cristo en un pesebre y habían solamente una vaca y un asno. A fines del siglo IV: Se agregan una estrella, Virgen María, recién a partir del año 431, con el Concilio de Efeso, aparece en el centro de la imagen.

Siglo V:

Los Reyes Magos:

El Papa San León estableció que eran tres los Reyes Magos que fueron a adorar el niño guiados por una estrella. Melchor, Gaspar y Baltazar.

Regalos: Oro incienso y mirra

Significado: Rey, Dios y Hombre

viernes, 21 de diciembre de 2018

Isabel la Católica, reina y mujer

Isabel la Católica, reina y mujer
La reina Isabel de Castilla ha sido la figura real más importante en la Historia de España. Sus decisiones cambiaron España y el mundo.



"Es imposible soñar en los Reyes Católicos sin soñar a la vez en España. No en la España abstracta de los cartógrafos, sino en los mil semblantes de la España que conocen los peregrinos”, escribió Eugenio d’Ors en La vida de Fernando e Isabel. ¿Cómo soñar en aquella niña que vio la luz del mundo el 22 de abril de 1451 en Madrigal de las Altas Torres sin soñar en España y sus mayores epopeyas: la culminación de la Reconquista, la unidad de la nación y el Descubrimiento? Ah, aquella niña de piel blanca y cabellos rubios, como todos los Trastámaras descendientes de doña Catalina de Lancaster, y a la que su hermano Enrique IV otorgó el título de princesa de Asturias. Aquella mujer de vida austera, ajena a toda opulencia y profundamente religiosa a la que no se ahorraron tragedias en los años postreros, no siendo la menor la muerte de Juan, uno de sus seis hijos. “El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea su santo nombre”, afirmó, recia, al serle comunicada tan dramática noticia.

De ella escribió el cronista real Hernando del Pulgar que “su autodominio se extendía a disimular el dolor en los partos, a no decir ni mostrar la pena que en aquella hora sienten y muestran las mujeres”. Y su esposo, Fernando el Católico, declaró en su testamento que “era ejemplar en todos los actos de virtud y del temor de Dios”. Incluso su supuesta vida de santidad y la sabiduría de sus escritos han hecho que la Iglesia se plantee su canonización.

Si bien desde los tres años Isabel había estado comprometida con Fernando, hijo de Juan II de Aragón, su hermano Enrique IV rompió este acuerdo y la comprometió con Carlos, príncipe de Viana. Después del fracaso de numerosos proyectos matrimoniales, Juan II de Aragón negoció en secreto con Isabel la boda con su hijo Fernando. La futura reina consideró que era el mejor candidato para esposo. Y acertó.

Una regidora muy activa
Isabel fue proclamada Reina de Castilla el 13 de diciembre de 1474 en Segovia. Aquel día solemne, desde el Alcázar se dirigió a la iglesia de San Miguel, junto a la Plaza Mayor, en cuya entrada juró por Dios, la Cruz y los Evangelios que sería fiel a los mandamientos de la Iglesia para después acceder al interior del templo. Mujer de carácter y gran capacidad decisoria, creyó en los proyectos de Cristóbal Colón, a pesar de las opiniones adversas de la Corte y los científicos. Además, estableció la Santa Inquisición, creó la Santa Hermandad, incorporó el reino nazarí de Granada y consiguió la unificación religiosa de la Corona hispánica, fundada en la conversión obligada de los judíos bajo pena de expulsión y después de los musulmanes. Finalmente, la anexión de Navarra supuso el origen del futuro Reino de las Españas.

Isabel reorganizó el sistema de gobierno y la administración, centralizando competencias que antes ostentaban los nobles; reformó el sistema de seguridad ciudadana y llevó a cabo una reforma económica para reducir la deuda que el reino había heredado de su hermanastro, y predecesor en el trono.
Isabel vivió 53 años, de los cuales gobernó 30 años como reina de Castilla y 26 como reina consorte de Aragón al lado de Fernando II.

Isabel falleció el 26 de noviembre de 1504 en el Palacio Real de Medina del Campo. Su defensa de la igualdad de los súbditos americanos respecto a los del Viejo Mundo le ha ganado el título de Precursora de los Derechos Humanos por eminentes historiadores.

viernes, 14 de diciembre de 2018

La sonda Voyager 2 entró en espacio interestelar y se encamina al universo profundo

La sonda Voyager 2 entró en espacio interestelar y se encamina al universo profundo

De acuerdo con la agencia espacial estatal de Estados Unidos, esta sonda lanzada hace décadas ahora está en un espacio intermedio entre sistemas solares.



Se va, se va, se fue. Después de un trascendental viaje de 41 años, la Voyager 2 cumplió su destino de abandonar la heliosfera y convertirse en la segunda nave espacial interestelar después de la Voyager 1, según confirmó esta semana la NASA.

La sonda Voyager 2 fue lanzada por la NASA el 20 de agosto de 1977, 16 días antes de su doble Voyager 1, en una misión para explorar Júpiter y Saturno. Después de este éxito, la misión de la Voyager 2 de explorar el Sistema Solar continuó y se convirtió en la primera nave espacial en explorar los gigantes de hielo, Urano y Neptuno. Posterior a completar esa parte de su misión en 1989, la pareja de vagabundos galácticos ha sido apuntada hacia el espacio profundo.

“Por segunda vez en la historia, un objeto hecho por el hombre ha alcanzado el espacio entre las estrellas”, dijo la NASA en un comunicado el lunes. “La sonda Voyager 2 de la NASA ahora ha salido de la heliosfera, la burbuja protectora de partículas y campos magnéticos creados por el Sol”, agregaron.

Al infinito y más allá

Vale la pena señalar que la nave no ha “abandonado el Sistema Solar” por completo. En realidad ha entrado en el espacio interestelar al pasar la capa helicoidal, la capa más externa de la “burbuja magnética” del Sol, más allá de la cual la velocidad de los vientos solares cae dramáticamente.

En el caso de la Voyager 1, resultó difícil confirmar de manera definitiva que había superado el helio y había ingresado al espacio interestelar, demorando casi un año en comprobarse.

Sin embargo, se ha observado que la nave espacial Voyager 2 estaba recogiendo una cantidad cada vez menor de partículas heliosféricas desde noviembre de este año, alimentando los rumores de que su gran salida era inminente . A principios de diciembre, se observó un nuevo descenso.

A diferencia de su gemelo, la nave espacial Voyager 2 todavía está armada con su instrumento Plasma Science (PLS), lo que significa que debería ser capaz de transmitir cierta información invaluable sobre la naturaleza del helio y el medio interestelar fuera de nuestro Sistema Solar.

“Trabajar en Voyager me hace sentir como un explorador, porque todo lo que vemos es nuevo”, agregó John Richardson, investigador principal del instrumento PLS y científico investigador principal del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge. “Aunque la Voyager 1 cruzó la heliopausa en 2012, lo hizo en un lugar diferente y en un momento diferente, y sin los datos de PLS. Así que todavía estamos viendo cosas que nadie ha visto antes “.

Las naves espaciales Voyager también son conocidas por llevar adentro sus llamados “registros dorados“, dos registros fonográficos que contienen sonidos e imágenes de la vida en la Tierra, diseñados para actuar como una cápsula del tiempo para la vida extraterrestre inteligente o los futuros humanos.

Adiós, Voyager 2, ha sido un placer.

jueves, 6 de diciembre de 2018

¿Por qué llamaban a Isabel Tudor la "reina virgen"?

¿Por qué llamaban a Isabel Tudor la "reina virgen"?



Isabel I de Inglaterra murió soltera y sin descendencia. Y se la llamaba la "reina virgen". Pero, aunque se supone que tuvo una intensa vida sexual, había una razón...

Isabel, coronada reina de Inglaterra en 1559, murió sin descendencia y, al parecer, siendo virgen; lo cual no quiere decir que no tuviera una retahíla de amantes. El hecho es que, la que llegó a ser la más popular de las reinas inglesas, poseía una anomalía congénita conocida como "agenesia vaginal", que le impedía la realización del coito. Ni siquiera con su gran amor Robert Dudley, conde de Leicester, pudo intimar hasta ese punto, y eso que éste la visitaba asiduamente en su dormitorio.

No pudo procrear
Las mujeres que se ven afectadas por dicho síndrome poseen un aparato reproductor poco desarrollado, aunque algunas pueden procrear. No fue éste el caso de Isabel que, dada su imposibilidad para traer al mundo un heredero, prefirió no tomar esposo y seguir manteniendo el prestigio que la distinguía en el mundo como “reina virgen”.